lunes, 9 de marzo de 2015

Animales antárticos

Este año, después de una intensa campaña antártica y un merecido descanso, hemos decidido continuar de manera periódica con el blog, para así contaros nuestros avances científicos antes de la siguiente campaña. Para ello, nos gustaria comenzar ésta nueva iniciativa con fotografías de animales antarticos tomadas por nosostros mismos.

Uno de los animales con quien nos hemos cruzado por la Antártida es el Lobo Marino Antártico. Este ejemplar ue veis lo encontramos en la isla Livingston durante nuestro trabajo de apoyo a las compañeras portüguesas, en la zona del Glaciar Rocoso, en península Hurd. Esta especie, que puede llegar a medir hasta 2 m, se alimenta de peces y crustáceos, se mueve con agilidad en tierra y en el agua, pudiendo volcar su peso en las aletas delanteras. Vive en las aguas antárticas y las hembras y los lobos marinos jóvenes tienden a ser grises.


Otro animal antártico, también espectacular es el Elefante Marino. En esta campaña pudimos observar alguno en la isla Decepción, pero sobre todo en las playas de la península Byers, en la isla Livingston. Estos animales se llaman así por la grandes dimensiones que alcanzan: los machos una longitud de hasta 4,5 m. y un peso de 4.000 kilos. Además, el macho adulto tiene un gran probóscide que usa para hacer un fuerte rugido, especialmente durante la temporada del apareo para ahuyentar otros machos. Los elefantes marinos tienen un gran dimorfismo sexual en el tamaño corporal, ya que la hembra es bastante más pequeña, alcanzando "solo" los 3,5 m y pesando entre 700 y 1.000 kg.








La Foca leopardo, es un animal solitario y un poderoso depredador de la foca antártica de distribución más amplia. Mide aproximadamente 3 m y pesa 350 kgs. Éste especímen lo fotografiamos en la playa frente a la Base Juan Carlos I en la isla Livingston, lo cual es bastante raro, pero que a la foca leopardo lo que le gusta es dormitar subida en los icebers. Se alimenta de krill, aves, pingüinos y otras focas, y se caracteriza por su ferocidad, atacando ocasionalmente al hombre,  aunque el ejemplar de la fotografía tolera nuestra presencia y la del pingüino que se acerca cuidadoso a su espalda...


La Foca de Weddell, pudimos verla en cada lugar que visitamos. Esta foca pasa buena parte del invierno bajo el agua, respirando en agujeros en el hielo que mantiene abiertos con la boca. Mide 3 m de la largo y pesa hasta 400 kg. Viven en grandes grupos y habitan la región circumpolar del hemisferio sur, y son vistos regularmente en las muchas islas sin hielo de la Península Antártica. Estos pinnípedos no migran, y sus movimientos locales son el resultado de cambios en las condiciones del hielo.


Otra foca que se observa con frecuencia en las Shetland del Sur es un animal entrañable a simple vista pero que cuando te descuidas abre sus fauces en señal de amenaza: se trata de la Foca cangrejera, como la que dormita en la playa frente a la Base Juan Carlos I Es el tipo de  de foca más abundante y se alimenta principalmente de krill, empleando sus dientes especializados como filtro. Alcanzan hasta 3 m de longitud y un peso de 300 kg, y su población actual es de 40.000.000 ejemplares.



Otro de los animales característicos de cuantos nos encontramos en nuestra actividad en la Antártida es el Pinguino. Y aunque hay varias especies, el Pinguino barbijo, es uno de nuestros preferidos, por su simpatía y su constante presencia a lo largo de nuestra andanza antártica. Éstos pequeños animales vive en las aguas próximas a Antártica, llegando hasta las islas Malvinas y las costas de la Argentina. Este pingüino es de tamaño mediano en su familia y los adultos logran alcanzar una longitud entre los 68 y 76 cm., con un peso entre los 4 y 7 Kg. Tan solo se documenta un ejemplar blanco que indica haber sido albino.




Pero si hay un animal espectacular de cuantos nos encontramos en la Antártida, ése es la ballena. Esto si que fue un regalo para nosotros, un momento inolvidable en isla Livingston, poder observar numerosos ejemplares de Ballena jorobada, también llamada también jubarta o ballena de joroba por su costumbre de arquear fuertemente el dorso antes de sumergirse. Tal y como pudimos comprobar, permanece cerca de la costa en sus emigraciones de norte a sur y cría en aguas poco profundas. Todos los días las veiamos bailar y alimentarse frente a la base, y gracias a nuestra suerte pudimos estar desde una zodiac a escasos metros de dos de ellas.


Esperamos hayais disfrutado de este pequeño paseo recordatorio de las maravillas animales que en la Antártida encontramos.

Cayetana Recio Blitz