Vomitar no es algo que agrade a nadie, pero cuando el estómago se te pone del revés, no queda más remedio que correr hasta el baño más próximo. Y es que aunque nunca he tomado pastillas contra el mareo, a veces me pregunto porqué hago esta tontería. Pero la somnolencia que dan las pastillas no es tampoco agradable. Así que prefiero aguantar. Mientras no me muevo demasiado si hago movimientos bruscos ni cambio en exceso de cubierta, la cosa funciona, pero en caso contrario... y todo iba bien hasta que he bajado al comedor a una reunión con el comandante del barco... Un golpe de mar de la tempestad de la que nos avisara ayer el comandante ha hecho su primera víctima... Así que aunque no me sentía mareado, he pasado el resto del día en mi saco de dormir dormitando, bebiendo sorbitos de zumo, comiendo fruta y leyendo. Y es que cuando el barco se convierte en batidora, lo mejor es no tentar a la suerte y hecharse "a morir" en algún sitio. Tdo es cuestión de tiempo y al final siempre llega la calma. A unque a veces la maldita tarda días en llegar. En el buque Las Palmas la cosa era distintas. Ya estaba acostumbrado al movimiento del mar en el Mar de Hoces. Mucho más calado y menos altura del barco, hacía que pudiera soportar cualquier tormenta sin prácticamente inmutarme, pero en el Hespérides... más alto y con menos calado hace que cada cruce del Drake sea una verdadera aventura. Así que uno no deja de preguntarse "¿pero esto cuando se acaba?" "¿y si me tiro al mar y que acabe este sufrimiento en 3 minutos?" "que alquien me mate ya!". Menos mal que la batidora en la que se ha convertido el barco hace que nacie se plantee moverse de su catre (o del suelo en mi caso), ni siquiera para intentar tirarse por la borda... y el cansancio acaba haciendo que uno caiga de nuevo en el sueñoo en un duerme-vela lo suficientemente como para que el tiempo pase un poco más rápido. Porque si hay algo que ocurre en el Drake es que el tiempo no pasa... casa segundo se hace eterno, cada vaivén del barco es infinito... ¿pero es que esto no acaba nunca?
M.A. de Pablo
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