domingo, 26 de febrero de 2017

Días de duro trabajo

BAE Gabriel de Castilla, Isla Decepción, Antártida
26 de Febrero de 2017

Una vez montada la estructura de la nueva estación nivométrica, cuyo montaje finalizó el día 15 de febrero, desde esa fecha hasta la salida de Miguel Ángel de Pablo, el día 21, se arrancó y puso a punto toda la electrónica de la misma. En este mismo período de tiempo también se ha reorientado el mástil de la nueva cámara instalada en cuyo extremo está dispuesto el reflector rádar, con idea de que se consiga “ver” en las imágenes radar que se tomen de la zona desde este momento, y que servirán para que nuestro compañero Juan Javier tenga un punto de referencia en las mismas. Esto ha obligado a ajustar la cámara para conseguir una mejor panorámica del CALM con esa nueva orientación.

En los últimos días también se ha comenzado de manera sistemática con el mantenimiento de las estaciones históricas del CALM, y de los sensores dispuestos a lo largo y ancho del mismo. A fecha de hoy se han recuperado todos los sensores (salvo los correspondientes al sondeo STS_3). La verdad es que la proporción de ellos estropeados ha sido muy baja, no ha llegado a treinta.

Miguel Ángel Hidalgo durante las tareas de reposición de sensores en algunas de nuestras estaciones de medida

Hoy por fin hemos podido realizar los primeros vuelos con el dron en el CALM. Ayer recibimos el permiso definitivo del Comité Polar y como por la mañana amaneció sin viento, Miguel Ángel y yo (Chan) nos hemos subido inmediatamente para iniciar la toma de imágenes y vídeos. Parece ser que el viento está cambiando de oeste a este y nos ha dejado un par de horas con una calma relativa. Ayer hizo un viento de 80 km/h y mañana promete continuar en esa línea. Por ese motivo hemos aprovechado el periodo de calma de que disponemos. Dado que las baterías solo están operativas a temperaturas superiores a los 15º C, nos subimos con ellas metidas en los bolsillos para no tener problemas. Disponemos de cuatro baterías, por lo que hemos realizado cuatro vuelos. El primero fue un vuelo de prueba en el que calibramos la brújula y la cámara, realizamos las comprobaciones oportunas y verificamos que todo estaba correcto antes de proceder con el despegue. El vuelo fue completamente manual, primero a baja altura y luego subimos hasta 120 m para tomar un vídeo del entorno y del propio CALM. Los vuelos segundo y tercero fueron vuelos completamente automáticos, excepto el despegue y el aterrizaje para evitar que el sempiterno piroclasto afecte a los motores. El objetivo de estos vuelos es el de obtener imágenes con un cierto grado de solape entre ellas para poder realizar fotogrametría, es decir, poder reconstruir la topografía del terreno con una muy alta resolución. Intentaremos que sea de unos pocos centímetros. En ambos vuelos fotogramétricos realizamos un recorrido en doble zigzag a una altura de 80m y 50m respectivamente. En el primero con un ángulo de cámara de 80º y en el segundo de 60º, tomando 63 y 98 fotos. En el último vuelo aprovechamos para filmar el cráter Zapatilla dado que en la Base tienen mucho interés en tener imágenes aéreas del mismo, puesto que es de donde tomamos el agua que usamos en la base. Al bajar comprobamos que tanto los vídeos como las imágenes son correctos, así que esperamos obtener una buena reconstrucción 3D a partir de las fotos. Los próximos días nos aseguran viento y nieve, así que esperaremos para poder realizar los siguientes vuelos.

Chan en plena tarea de aterrizaje del dron tras fotografiar nuestra malla CALM de estudio


Hoy está cayendo una intensa nevada en toda la isla. A ver cómo sigue el tiempo en estos próximos días… porque como tarea gorda nos queda medir la capa activa en los CALM del Cráter Lake y del Irízar.

Sebastián Sánchez

miércoles, 15 de febrero de 2017

Casi listo

BAE Gabriel de Castilla, isla Decepción, Antártida
15 de Febrero de 2017

Casi lo tenemos listo! Hoy hemos subido a la zona de trabajo con la mochila llena de ganas de darle un buen empujón a la construcción de la estación nivométrica. Y aunque amenazaba lluvia y niebla, no nos hemos amedrentado. Cargados con pico, pala, herramientas, y unos bocatas que nos han preparado en la base, nos hemos ido rápido a la zona de estudio.

Allí hemos continuado con la instalación, y aunque hemos tenido algún contratiempo que otro, al final del día, y después de varias horas de lluvia, de apretar tornillos, subir y bajar un mástil, clavar piquetas y apretar más tornillos, aquello ha tomado la forma definitiva!.  Tanto que lo hemos dejado conectado y funcionando!. Solo nos falta instalar un sensor con el que tenemos problemas imprevistos, y hacer la calibración de los instrumentos... pero ya está prácticamente acabado. En un par de día iremos solucionando los contratiempos menores y lo tendremos listo!.

Y orgullosos de lo que hemos conseguido a pesar de lo penoso del día, hemos regresado a la base para preparar el material para el ataque final (esperamos). Mañana intentaremos calibrar alguno de los instrumentos y empezar con el mantenimiento de las cámaras que tenemos instaladas en la zona y que complementan esta estación...


¡Ya casi está lista nuestra estación nivométrica!

M.A. de Pablo

martes, 14 de febrero de 2017

¡¡Al ataque!!

BAE Gabriel de Castilla, isla Decepción, Antártida
14 de Febrero de 2017

Hoy ha sido un día de lo más completo. Por la mañana, tras el desayuno, hemos recibido una serie de charlas sobre las normas de funcionamiento de la base y seguridad para los trabajos en la isla. Después hemos aprovechado para organizar nuestro material. Hemos recuperado el material que Miguel Ramos y Susana Fernández dejaron aquí a la espera de nuestra llegada, y lo hemos juntado con el que traíamos nosotros de Byers. Nos hemos hecho un hueco en el laboratorio y hemos preparado todo para, después de comer, salir a la zona de estudio en el área que llamamos Crater Lake.

Después de una comida opípara con tarta de chocolate y fresas de postre con forma de corazón (por algo hoy era San Valentín), nos hemos calzado nuestras botas de nuevo para subir a la zona de estudio. Allñí hemos encontrado el material que Miguel y Susana y muchos de los militares de la dotación de la base han ayudado a cargar hasta allí arriba... todo un logro, especialmente porque estábamos hablando de más de 350 kg. Todo este material es para montar una estación de medida de las características de la nieve. Hace tiempo contábamos que en los últimos años habíamos observado un aumento en la duración de la nieve, y que esto estaba afectando a la temperatura del permafrost y al espesor de éste y de la capa activa. Así que el objetivo del proyecto actual por el que ahora estamos aquí (PERMASNOW), es el de estudiar la nieve.

Esta estación, que hemos comprado a piezas a una empresa austriaca, para hacerla a nuestro gusto, se llama Analizador de la Capa de Nieve (SPA). Es un pequeño monstruo que esperamos poder montar en los próximos días. Ya estuvo montada el verano pasado en el laboratorio de la universidad, así que ahora nbo debería haber ningún problema.

Esta tarde, hemos comenzado a mover el material a la zona donde lo instalaremos, y como no nos hemos podido resistir, hemos empezado a ensamblar las piezas... y ya va tomando forma! Esto lo acabamos en dos días!! Da alegría ver como cobra forma, y es que el la mayor apuesta de este proyecto, y lo que llevamos organizando casi un par de años. En fín, contentos con el logro del primer día de trabajo, nos vamos a descansar, que mañana seguro que será un buen día.


Aspecto de la estrutura básica de la estación SPA
M.A. de Pablo

lunes, 13 de febrero de 2017

De oca en oca

BAE Gabriel de Castilla, Isla Decepción, Antártida
13 de Febrero de 2017

Menudo día el de hoy… y qué largo!! Ayer estuvimos recogiendo el campamento. Poco a poco fuimos desconectando las comunicaciones, sacando la basura, desmontando el sistema de filtrado de agua para beber, recogiendo nuestras mochilas en las tiendas,… al final del día teníamos en la playa todos los toneletes en los que hemos transportado el material, junto con el material científico de los tres grupos que hemos estado trabajando en Byers. Solo nos quedaba desmontar las tiendas de campaña en las que hemos dormido y bajarlas a la playa junto con los sacos de dormir y nuestro equipaje personal… Todo lo demás listo.

Esta mañana, a las 5 nos hemos levantado corriendo para desmontar las tiendas y transportar lo que quedaba a la playa, ya que por la radio nos habían avisado la noche anterior que a las 6:30h de la mañana ya estarían las embarcaciones llegando a recoger material para embarcarlo en el BIO Hespérides. El caso es que esta mañana el día ha aparecido nublado y lluvioso, para variar. Apenas podíamos ver al buque fondeado en alta frente a Byers, y las embarcaciones parecían tardar años en llegar en cada viaje. Cada vez que una embarcación llegaba a la playa, la íbamos llenando con grandes sacos de rafia que luego llenábamos con los toneletes. Cuando la embarcación se iba, organizábamos el material para cargar la siguiente tan pronto como llegara a la playa. Y es que aquí la velocidad es importante. Las costas de Byers son poco profundas y llenas de agujas de roca y rompientes que, en cuanto baja la marea, quedan al descubierto haciendo imposible navegar por ellas. Así que las embarcaciones tienen solo unas horas para recoger todo el material y sacarnos a nosotros de la playa.

Al final ya hemos perdido la cuenta de cuantos viajes han hecho las embarcaciones para recoger todo el material, pero han sido unas cuatro horas que hemos estado aguantando bajo la lluvia y el viento en la playa. La mayor parte del tiempo estábamos helados de frío. Menos mal que entrábamos en calor cda ve que cargábamos una de las embarcaciones. Bueno, y también a un termo de café con leche que nos bajaron del barco, porque no habíamos ni desayunado. Finalmente, a eso de las 11:30h de la mañana hemos salidos los últimos investigadores y técnicos de la playa rumbo al Hespérides, cerrando así el campamento Byers por este año.

Ya en el barco nos hemos encontrado con compañeros de otros proyectos que estaban a bordo rumbo a otros lugares para realizar sus estudios. También había periodistas de La Sexta, que estaban mostrándonos los reportajes que habían grabado hacía unos días. Pero lo que más nos intereresaba era la ducha… darnos una ducha eterna de agua caliente. Así que cada uno en el camarote que nos han asignado hemos disfrutado de este placer que nunca. Luego hemos bajado a comer y algunos hasta a dormir un poco mientras el barco de acercaba a la BAE Juan Carlos I para desembarcar a otros científicos, y Curro y Arkaitz.

Allí estamos solo unas horas, y de nuevo el barco levanta el fondeo y nos dirigimos, ahora si, rumbo a la isla Decepción. En solo 3 horas más de navegación nos entramos por los Fuelles de Neptuno, un hueco que comunica el mar con la caldera inundada del volcán de la isla Decepción, en cuya costa se encuentra la BAR Gabriel de Castilla. Disfrutamos de las siempre sorprendentes vistas de la entrada a la isla, pero cuando fondeamos frente a la base ya es de noche. Entre unas olas importantes, nos desembarcamos rumbo a la playa, donde hay mucho trajín porque periodistas de La 2 embarcan, junto con otros científicos en el Hespérides…


Vistas de Los Fuelles de Neptuno por donde entramos en la isla Decepción


La BAE Gabriel de Castilla en las primera horas de la noche antártica

Pero bueno, ya nos han asignado un hueco donde dormir. A uno en el módulo de dormitorios, pero a los otros dos nos toca dormir en el antiguo gimnasio de la base. Un pequeño contenedor donde han quitado los aparatos y han puesto dos literas… así que hace un frío… menos mal que tenemos dos calefactores y un montón de mantas que seguro que nos ayudan a mantenernos calientes.

Y con esto acaba nuestro ajetreado y largo día en el que hemos comenzado en el campamento Byers, hemos comido frente a la base Juan Carlos I, y cenado frente a la BAE Gabriel de Castilla. Nos vamos a dormir que mañana comienza de nuevo otra aventura.

M.A. de Pablo

sábado, 11 de febrero de 2017

Días de lluvia

Campamento Byers, Isla Livingston, Antártida
11 de Febrero de 2017

Llevamos tres días de perros. No hace más que llover y hacer viento... de una dirección o de otra, pero no deja de soplar. Y la lluvia, a veces chaparrones, a veces un "chirimiri" de esos que no mojan pero calan.... En fín, menos mal que nosotros ya teníamos terminadas todas nuestras actividades en la isla, que si no... 

Hemos aprovechado para ir recogiendo todo nuestro material, bajándolo a la playa poco a poco. Y es que como hay que cargar el material, nosotros siempre dejamos las cajas de material científico en la playa, de donde vamos recogiendo el material que necesitamos, y volviendo a guardar el que ya no se va a usar más. Y es que parece que no, pero cargar 350 metros con baterías, herramientas, cuerdas, sensores,... es todo un trabajazo. Y el resto del día hemos estado organizando los datos y haciendo copias de seguridad. Para que nada pueda hacer que se pierdan los datos...

Ayer por la noche hicimos una cena de confraternización con nuestros colegas búlgaros. Es el segundo año que un pequeño grupo de geólogos (3) se acoplan a nuestro campamento. Y aunque van un poco por libre, aprovechan que estamos nosotros y tenemos generador, para hacer una pequeña campaña de investigación por la península. Normalmente ellos cenan en su tienda de campaña, pero ayer los invitamos para charlar, comentar la campaña, y reírnos entre bromas, chistes y anécdotas, y claro, todo en inglés. Lo pasamos fenomenal y conseguimos subir la temperatura del iglú bastantes grados y sin calefacción.


Cena de confraternización de 9 españoles, 1 holandés y 3 búlgaros en el campamento Byers

Ya cansados nos vamos a dormir, porque mañana es el día del desmontaje del campamento. Tenemos que estar todos, técnicos y científicos, dedicados a recoger todo el material, llevarnos la basura que hemos generado, desmontar algunas de las tiendas de campaña,... y es que el lunes de madrugada nos vienen a buscar para cerrar el campamento. Da un poco de pena. Llevamos 15 días y aunque se echa de menos una buena ducha caliente, la ropa limpia y seca, y dormir en una cama, la verdad es que en Byers se vive muy bien, y es un lugar fantástico y privilegiado que solo unos pocos podemos visitar cada año. En fín, todo lo bueno se acaba... A dormir que mañana será un día agotador.

M.A. de Pablo

miércoles, 8 de febrero de 2017

Acabando las tareas

Campamento Byers, Isla Livingston, Antártida
8 de Febrero de 2017

Ayer volvimos a nuestra parcela de estudio para volver a realizar la medida de la descongelación del suelo, pero en las miniparcelas, como los días anteriores. Tras ello, realizamos un exhaustivo reportaje fotográfico de todos los instrumentos que tenemos instalados con el fin de actualizar nuestra base de datos, pero también para informar al Comité Polar Español de todo lo que dejamos por aquí para que conste a nivel internacional. Aprovechamos para tomar también unas pocas muestras de suelos con el fin de caracterizar la superficie de nuestra parcela y que luego, nuestros compañeros de proyecto que trabajan con datos de satélite, puedan interpretar mejor las imágenes y datos de radar. Por la tarde, aprovechamos para recoger todo nuestro material científico del módulo laboratorio para irlo liberando poco a poco y poder limpiarlo sin prisa y que no nos pille el toro el día del cierre de campamento.

Y hoy hemos aprovechado el día haciendo una pequeña excursión. En realidad no era tal, si no que hemos ido a ayudar a Curro y Arkaitz con una tarea que tenían que hacer en la parte más oriental de las playas del sur de Byers.  Hace unos días, los investigadores chilenos se tuvieron que ir antes de lo previsto sin poder acabar sus experimentos, así que en aras de la cooperación internacional que reina por estas tierras del Sur, nuestros montañeros se comprometieron a dejar instalados los experimentos. Se trataba de poner una especie de mini-invernaderos en zonas con y sin vegetación a diferentes distancias desde el frente del glaciar que se está retirando. Para ello hemos tenido que ir caminando hasta el otro extremo de la península, a unas 2h 40 minutos caminando. Bueno, eso es lo que hemos tardado por la mañana en llegar allí nosotros, que los montañeros han salido un poco antes que nosotros y lo han hecho en una hora menos. ¡Qué máquinas de caminar! Por el camino hemos aprovechado para disfrutar de la fauna que descansaba en las orillas del mar: pingüinos, elefantes marinos, focas leopardo y de weddel… además de no dejar de sorprendernos con los enormes huesos de ballenas que descansan salpicados por las playas.


Llegando a nuestro destino al pie del Nunatack de Clark

Una vez allí, hemos ayudado con la instalación de los mini-invernaderos y ya a mediodía hemos hecho un pequeño picnic para reponer fuerzas. Un sandwich, un poco de agua y unos frutos secos han sido suficientes para reponernos mientras descansábamos sentados en el suelo mientras los charranes nos sobrevolaban o descansaban a pocos metros de nosotros.

 Uno de los paisajes de este extremo de la península

Y menos mal que repusimos fuerzas, porque luego la caminata de regreso se hizo infinita. Cada uno a su ritmo, sufriendo con su cansancio y sus ampollas, hemos ido deshaciendo nuestros pasos, perseguidos por la niebla que poco a poco ha ido bajando, amenazando con empaparnos haciéndonos más penoso el camino.

Reventados, nos hemos bebido dos litros de agua cada uno, y luego curado las heridas y ampollas, y hechado una cabezadita. Ha sido un día de trabajo distinto, un día de excursión, y de agotamiento. Pero ha sido un buen día para dar por terminada nuestra campaña en Byers. Los días que nos quedan los dedicaremos a organizar los datos que hemos tomados estos días, y a recoger poco a poco el campamento, que ya llega a su fin.


M.A. de Pablo

lunes, 6 de febrero de 2017

Midiendo la descongelación del terreno

Campamento Byers, Isla Livingston, Antártida
6 de Febrero de 2017

Hoy ha sido un gran día de trabajo. Era el día que teníamos programado para medir el espesor de la capa activa, o lo que es lo mismo, la parte de suelo que se congela y descongela cada año.  Cuando instalamos nuestra parcela de muestreo en el año 2009, realizamos las medidas por primera vez tal día como hoy. Solo un año más pudimos medir exactamente en la misma fecha, ya que por cuestiones logísticas algunos años visitamos la zona antes o después. Puede parecer una tontería, pero medir en la misma fecha nos permite asegurar que las diferencias que observamos no se deben a que hemos medido demasiado pronto o demasiado tarde.

En todo caso, como otros años, se trata de medir cada 10 metros, en una parcela de 100x100 metros, lo que se ha descongelado el suelo durante el verano. Para ello clavamos una barra de acero de 1 cm de diámetro en el suelo hasta que tocamos en suelo congelado. Puede parecer una medida muy subjetiva, pero la verdad es que el nivel de aciertos es del 100%. De hecho es una forma de medida que es considerada un estándar por todos los investigadores internacionales que se dedican a estudiar el permafrost. Así que hoy tocaba medir esos 121 puntos.

Pero ya que estábamos metidos en faena, nada mejor que completar estas medidas con otras de temperatura de la superficie y del suelo a distintas profundidades, la resistencia del suelo y su humedad. Y para terminar, hemos tomado fotografías térmicas y en el rango visible del suelo para conocer sus características, y también hemos usado un GPS de precisión para obtener con máxima precisión la posición de cada punto de medida. Para hacer todas estas tareas, además de los tres miembros del equipo, nos han estado ayudando los dos técnicos de montaña que están a cargo del campamento este año: Arkaitz y Curro. Gracias a ellos, la tarea, que llevaría por lo menos 6 o 7 horitas, la hemos concluido en solo 4. ¡Todo un record y un enorme volumen de datos! El buen día que nos ha hecho seguro que ha contribuido a ello, porque toda la mañana hemos tenido solecito, y que, aunque no calentaba, sin nada de viento se ha podido trabajar muy bien. Sin duda podremos sacar muchas conclusiones interesantes de estos datos.

Anotando los numerosos datos que hoy hemos tomado

 Cada uno aportando su granito de arena en estas duras tareas

Y el merecido descanso al acabar el trabajo y aprovechando el único día de sol que hemos tenido

Por la tarde hemos descansado en el campamento aprovechando para pasar a limpio los datos y las fotografías que usaremos para comparar con los datos de años anteriores. En algunas semanas procesaremos los resultados y los mostraremos aquí.


M.A. de Pablo