Hoy ha sido un largo día. Anoche tomamos el primer vuelo rumbo a Santiago de Chile, donde tuvimos que tomar otro vuelo hacia Punta Arenas, en el extremo sur del continente. A diferencia de otros años, esta vez todo ha ido rodado... los vuelos salieron más o menos en hora, no tuvimos sustos o cambios de planes repentinos, el paso de aduanas fue rápido,... vamos, todo ha ido saliendo según lo planeado y en tiempo.
El viaje nos ha permitido disfrutar, un año más, de magníficas vistas de la cordillera de los Andes. Y es que pudimos ser testigos de varios volcanes en erupción durante el vuelo, y además las nubes se abrieron lo suficiente para dejarnos ver algo más de lo normal de los inmensos glaciares del Campo de Hielo Norte. Todo un expectáculo de la naturaleza.
Erupción volcánica en la cordillera andina
Glaciares del Campo de Hielo Sur
Tras la llegada a Punta Arenas, hemos cenado algo rápido en la ciudad y a dormir, que el viaje fue largo y cansado... Estos días tenemos que esperar en la ciudad a que las condiciones meteorológicas sean las adecuadas para tomar un vuelo que nos lleve a la Isla de Rey Jorge, ya en la Antártida. Y es que esto de llegar al Continente Blanco no es tarea fácil. Pero el lugar y el trabajo que nos espera lo merece.
¡Buenas noches!
M.A. de Pablo
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