BAE Juan Carlos I. 1 de Febrero de 2014.
La mañana se levantó fresca, lo que hizo que la nieve estuviera algo más
dura y fuera menos penoso subir hasta el Monte Reina Sofía. Juanjo y Miguel
Ángel subieron acompañados de Asunción, una científica de CSIC especializada en
líquenes y organismos endolíticos (los que viven en el interior de las rocas).
Cargados con nuestra nueva estación (en parte hecha con material reciclado y
cedido por la base) subimos al monte Reina Sofía para instalar todo allí.
Durante toda la mañana estuvimos conectando cables, apretando tornillos,
ajustando vientos,… todo para que la nueva electrónica pudiera estar estable y
asegurada durante un año… aunque aún no sabemos si funciona. Estas horas nos
dejaron las manos ateridas de frío, e incluso con la pérdida de sensibilidad en
algún dedo… es que el frío antártico no perdona.
A mediodía bajamos de nuevo a la base con la esperanza de que nuestros
esfuerzos hayan dado resultado y la cadena haya funcionado de nuevo. Pero la
cosa no pinta muy bien. Ya en la base, tras comer algo, hemos estado colocando
parte del material científico en espera de que en los próximos días subamos a
comprobar si todo ha funcionado. Pero mañana es domingo, día de descanso, y
bien merecido, porque tenemos el cuerpo ya dolorido y cansado. Así que
trabajaremos en la base preparando material para retocar algunas cosillas que
faltan por ajustar en algunas estaciones.
Miguel Ángel de Pablo
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