Mar de Hoces. 17 de Enero de 2014
Planeando como sin esfuerzo, subiendo y bajando mientras cruza la estela
azul del buque, el albatros roza con la punta de sus enormes alas la superficie
de un océano hoy teñido de un azul intenso.
Albatros planeando a la popa del barco, disfrutando como nosotros de una inusual calma
Ese es el espectáculo que nos regala hoy el Drake: un día soleado, sólo
con mar de fondo, sin movimientos bruscos, meciendo el Aquiles mientras una
bandada de Albatros y gaviotas y petreles lo persigue jugando con los remolinos
de viento que genera tras de sí. Sin duda nada que ver con los típicos días de
navegación por estas temidas aguas.
Pasamos el día leyendo, trabajando con los ordenadores, charlando con
los compañeros, durmiendo, y, sobretodo, disfrutando de una travesía por un mar
azul.
Juanjo disfrutando de la tranquila travesía por el Mar de Hoces
Aún nos quedan 24 horas más antes de alcanzar la ansiada Antártida...
pero con estas condiciones, este viaje es más un crucero de placer que una
travesía por el Mar de Hoces. Esperamos que mañana el mar nos trate igual de
bien.
Un tranquilo Mar de Hoces.
Miguel Ángel de Pablo
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