BAE Gabriel de Castilla, Isla Decepción. 20 de Enero de 2014
Hemos amanecido navegando en demanda de la isla Decepción, y a primera hora de la mañana ya podíamos vislumbrar, entre una densa bruma, los primeros acantilados de la isla. ¡Por fin en Decepción! Primer destino de trabajo de nuestra campaña. Llevamos ya 8 días de viaje desde que salimos de casa, y empezamos a estar impacientes por empezar a trabajar. Ha sido un crucero fantástico por el Drake y hacia la península antártica, pero el que no nos hayan autorizado a bajar del buque a estirar las piernas y visitar distintas bases antárticas ya está haciendo mella en nuestro ánimo, así que sólo deseamos empezar a trabajar.
Los primeros acantilados de la isla Decepción se van dejando ver a medida que desaparece la bruma
Como siempre, la entrada a la isla hacia Puerto Foster (no es ningún puerto, se llama así el mar interior de la isla) a través de los Fuelles de Neptuno es espectacular. Esta vez lo hacemos bajo una tormenta de viento y nieve que cada vez se endurece más, pero ya estamos en lo que será nuestra casa los siguientes días. Bahía Balleneros nos recibe con sus fumarolas, sus viejos tanques de aceite de ballena, y las derruídas ruinas de la factoría y las bases que allí se establecieron.
Paso por los Fuelles de Neptuno entre una fuerte nevada y una tormenta de viento
Restos de la factoría ballenera y de las bases antárticas, ya destruidas, de Bahía Fumarolas
Pero también nos recibe un fuerte viento que hace que, cuando ya veíamos la Base Antártica Española Gabriel de Castilla, el buque tuviera que volver atrás para fondear en Bahía Balleneros en busca de resguardo frente a la tormenta... Así que aunque tocábamos la base con los dedos, no nos queda más remedio que esperar un poco a que pase la tormenta y podamos desembarcar con seguridad. Aprovechamos estas horas para recibir la conferencia sobre comportamiento medio ambiental en la base, aprovechando que el responsable de Medio Ambiente de la dotación se encuentra a bordo con nosotros. Y es que la BAE Gabriel de Castilla es la única que dispone del certificado UNE-EN-ISO 14001 de calidad ambiental.
Finalmente, a última hora de la tarde, cuando la tormenta finaliza y el mar queda lo suficientemente tranquilo, se inician las labores de desembarco de los científicos y personal de la dotación que nos bajamos aquí (¡por fín!). Es un desembarco peculiar, con una embarcación neumática de la base abriendo paso a una pequeña caravana naútica formada por otras dos embarcaciones con todo el personal que nos bajamos aquí, y una lancha de desembarco.
Caravana de embarcaciones para el desembarco de cientificos y dotación en la BAE Gabriel de Castilla
Ya en la playa, tanto la dotación de la base, como los científicos que se encuentran en ella nos reciben con una gran pancarta de bienvenida. Es una llegada muy cálida, en la que nos encontramos con viejos amigos de campañas anteriores, aunque hacía años que no nos veíamos. Es curioso como viviendo algunos en la misma ciudad, acabamos viéndonos sólo en las bases y buques antárticos... una pequeña y peculiar familia la que se crea con el tiempo trabajando y viviendo en estas latitudes.
Pero ya estamos en Decepción. Mañana comenzamos nuestro intenso trabajo, pues sólo tenemos 3 días para desarrollar la labor que normalmente haríamos en 15-20 días... No quedará más remedio que dejar algunas cosas incompletas, pero al menos trataremos de realizar las labores básicas que nos permitan seguir manteniendo nuestras estaciones en perfectas condiciones y recuperar todos los datos tomados por nuestros sensores en el año 2013.
Miguel Ángel de Pablo
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