Isla Decepción, 4 de enero de2015
A pocas horas de partir hacia Byers en el Hespérides y para
terminar nuestra estancia en isla Decepción con broche de oro, hemos participado
en un simulacro de evacuación por el sureste de la isla, lo que se ha
convertido en nuestra última excursión en la isla con casi todos los miembros
de la base. Así que hemos ido a bahía balleneros, un lugar con encanto y
estructuras abandonadas. Su nombre viene porque antes de las erupciones
que sufrió esta isla en los años 70 había implantada aquí una factoría ballenera
donde se despiezaban las ballenas para extraer aceite que se almacenaba
temporalmente en grandes depósitos que aún hoy se yerguen oxidados cerca de la
playa.
Antiguos depósitos de aceite de la ya desaparecida factoría
ballenera de Isla Decepción
En 1912, la empresa
noruega Bugge Hektor Whaling Company instaló esta factoría ballenera permanente
en Caleta Balleneros, estableciendo una colonia en la que vivirán más de 300
personas. Se trata de uno de los primeros asentamientos humanos en la
Antártida. Esta factoría funcionó de forma ininterrumpida hasta 1931, llegando
a producir este último año más de 3.600.000 barriles de aceite, además de carne
y huesos de ballenas.
Balleneros es un lugar mágico a la par que fantasmagórico, lleno de restos de barcas, casas y huesos de ballenas, todo ello envuelto en una neblina con olor a azufre que emana de la playa debido a la intensa actividad geotérmica en la zona.
Bahía Balleneros y sus ruinas envuelta en las brumas de los gases volcánicos
Una vieja barca ballenera semienterrada en la ceniza volcánica reposa para siempre en la playa
Continuamos la mañana subiendo montañas nevadas hasta llegar
a la Ventana del Chileno, una forma cóncava de las montañas de la isla que
permite asomarse hacia mar abierto y disfrutar de las espectaculares vistas de
los Fuelles de Neptuno y, hoy, entre las brumas, el continente antártico. La
llamada Ventana del Chileno es una apertura del terreno que cuando la factoría
estaba en pleno auge se realizaba un turno de vigilancia entre los chilenos
allí trabajando para ver cuando pasaban ballenas cercas para ir a capturarlas.
Los miembros de la expedición "asomados" a la Ventana del Chileno
Pero continuamos ascendiendo para continuar por la posible
ruta de evacuación de la isla, ascendiendo por las últimas estribaciones del
Sur del Monte Pont (la cima más alta de
Isla Decepción con 539 m), hasta Punta Sureste, desde donde hemos podido
observar, a lo lejos los peñascos de Morro Baily, y su gran colonia de pingüinos, mientras en el
horizonte se dejaban entrever los glaciares de la Isla Livingston y grandes
icebergs en Mar de Bransfiel.
Aunque no hemos llegado a completar la ruta de evacuación
porque se hacía la hora de regresar a comer a la base, hemos disfrutado de
fantásticas vistas de la isla Decepción, como decíamos, un broche de oro para
nuestra estancia en la isla.
Pero ni siendo domingo ni nuestro último día completo en la
isla dejamos de trabajar. Por la tarde se han recogido los sensores de
temperatura situados en el interior y bajo la Base Gabriel de Castilla,
necesarios para el TFM de Cayetana y hemos terminado de empaquetar nuestro
material y de hacer nuestras maletas, listas ya para nuestra siguiente aventura
científica en Byers.
Cayetana Recio Blitz
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