Como quedamos ayer, hoy estaba previsto nuestra visita a la base búlgara, donde se encuentran los investigadores portugueses a los que echamos una mano en el glaciar rocoso: Ana y Lorenzo. El problema es que se pronosticaba mucho viento para medio día, con lo que debíamso darnos prisa en llegar a la base y no demorarnos mucho en nuestro regreso. Por todo ello, antes de las 9 de la mañana Miguel Ángel y yo estábamos ya preparados con nuestros "Viking" para subirnos a la zodiac. Nuestros vecinos búlgaros no se encuentran muy lejos de la BAE, pero solo se puede llegar en zodiac o moto de nieve y lo más rápìdo es siempre la zodiac.
Nos montamos en la zodiac y hale, rumbo a la base búlgara. La travesía duró unos 10/15 minutos y por el camino pudimos incluso ver tres focas descansando sobre un bloque de hielo.
Focas descansando a la bartola (¡Qué envidia!)
El "problemilla" que tiene la base búlgara es su playa, que casi no tiene. El desembarco fue un poco aparatoso, pero vinieron a echarnos una mano de la base búlgara con sus motos de nieve. En un periquete ya estábamos en la puerta de la base. Nos recibieron con mucha hospitalidad, y con café y crepes (o "palanchinka" como dicen en búlgaro).
Me encanta esta base. Tiene un estilo muy antártico, con revestimiento de madera y un aire antiguo, de esos que hacen pensar en expediciones y aventura. Una base con personalidad. En un primer momento pude distinguir tres edificaciones. El edificio principal y luego dos casitas super cucas, una de la cuales la llaman Casa España. Aunque se habían caido dos letras y se leía como "Casa Espá".
Casa España
Me dijeron que había más edificios, pero que estaban cubiertos totalmente por la nieve que lo cubrió todo durante la tempestad del martes. Aun así, un poco más alejada del edificio principal, había una iglesia. La verdad es que el temporal les azotó bien fuerte y tienen problemas serios para el suministro de agua, además del trabajo de desenterrar gran parte de la base.
Iglesia en la base búlgara
Después de tomarnos algo calentito acompañamos a Ana a revisar sus estaciones de medida, muy similares a las nuestras. Visitamos primero la estación meteorológica y luego subimos al monte Papagal, donde tienen varios sondeos y un CALM. Discutimos muchas cosas interesantes e incluso ayudamos a encontrar una placa de suelo, Desde el papagal se podían ver claramente el glaciar Johnson y la propia BAE Juan Carlos I, pese a la niebla reinante.
Vistas desde el monte Papagal
Al regreso, comprobamos que el sistema de disparo que arreglamos el día anterior funcionaba correctamente. Desde aquí dar quiero dar las gracias a nuestro colegas búlgaros y portugueses por su acogida y trato. Desde luego, son el claro ejemplo del llamado "Espíritu Antártico". Para las 13:30 vino la zodiac a buscarnos. No hacía mucho viento, pero debido a los desprendimieto de los glaciares que se produjeron durante la mañana, estaba todo el frente de mar de la base lleno de hielo o "brass". Subimos sin problemas a la zodiac, pero el "brass" no cerró y las pasamos canutas para salir de ahi. Se tuvo que hacer a base de remo y controlando muy bien el motor, ya que el hielo que se acumulaba debajo de la zodiac podía romper la hélice. Menos mal que Camilo, nuestro patrón, junto con Hilo y Álvaro, nos sacaron de esa cubitera en la que se había convertido el mar.
En la base búlgara (con "brass" formándose al fondo, en el mar)
Ya por la tarde, y aprovechando que había vuelto "Interneeeeee", como diría Enjuto Mojamuto, actualizamos estos blogs y revisamos el correo urgente. Resulta que desde la Base Gabriel de Castilla suministran un radioenlace IP que permite un incremento de hasta 1 Mbps en la red. El problema es que por temporal se había caido la antena del lazo de Decepción y tardaron un tiempo en reactivarlo de nuevo.
Lo que tienen colgado en la pared de la sala de internet y teléfono
También dedicamos la tarde a seguir preparando las cajas. La semana que viene, yo marcho ya para España y Miguel Ángel sale hacia la Península de Byers. El plan es ir mañana a buscar la plataforma de Vigo, despedirnos del Sofia y terminar prácticamente de recoger.
M.Prieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario