Isla Livingston, Antártida, 14 de Febrero de 2016
Hoy es domingo. En la base, los domingos, si las labores de los científicos lo permite, es día de descanso para la dotación. No quiere decir que no se trabaje, sino que se hacen sólo tareas de base, y los horarios son más laxos.
Nosotros no podemos permitirnos un día de descanso. Al menos no por el momento hasta que los objetivos estén cumplidos. Pero la verdad es que llevamos una semana muy intensa, así que hemos decidido relajar un poco el ritmo, pero sin dejar de trabajar. Por eso, hoy nos hemos levantado igual que el resto de los días, y después de desayunar hemos cogido el mástil para el nivómetro y los sensores que programamos ayer por la tarde para ir instalándolos ya en algunas de las estaciones, completando así las tareas de mantenimiento. Así que hemos recorrido varias estaciones instalando sensores, poniendo vientos nuevos para sujetar los mástiles y finalmente hemos instalado el nivómetro en Collado Ramos.
Nuevo nivómetro instalado en Collado Ramos
Como aún era temprano, hemos decidio bajar por el lado contrario del cerro y bajar a Caleta Argentina, a visitar una pequeña pingüinera que hay allí. La verdad es que mientras bajabamos, no hemos visto pingüinos y nos hemos sorprendido, pero luego nos hemos dado cuenta de que los pingüinos se habían protegido entre las rocas. Había bastantes pollitos reunidos en una guardería protegida por unos pocos adultos. Y es que las skúas no hacían más que rondar a los jovenes pingüinos en busca de poder comerse alguno. De lejos, siguiendo las indicaciones del Tratado Antártico que prohíbe acercarse a los animales ni molestarles, hemos pasado unos minutos observándoles antes de continuar por la playa a lo largo de la caleta. En nuetro camino, mientras charlábamos y paseábamos, hemos podido ver algunos lobos de mar, una pequeña foca de weddel y algunos pingüinos más. Y luego hemos regresado sobre nuestros pasos para volver a la base a comer.
Pingüinos en Caleta Argentina
Lobo de mar descansando sobre musgos cerca de unos huesos de ballena
Por la tarde, Manuel ha estado realizando pruebas de comunicaciones con España. Hace un par de tardes habíamos instalado una antena extensible en la parte trasera de la base, y hoy Manuel ha estado haciendo varios intentos por contactar con otros radioaficionados en España. Y aunque ha oído a algunos de sus amigos, éstos no le escuchaban en España. Pero si ha podido hablar con gente de Italia y suramérica. Habrá que seguir intentándolo la próxima semana.
Manuel realizando pruebas de comunicación por voz y digital en la BAE Juan Carlos I
Y tras la cena, estuvimos un rato viendo una película en uno de los contenedores que hace las veces de sala de estar. Aunque es muy pequeña y es la que usamos nosotros como puesto de trabajo, es suficiente para varias personas. al fin y al cabo mucha gente en poco espacio se está calentito, que por aquí no sobra el calor. y además, de lo que se trata es de desconectar un rato y estar junto a otros científicos y técnicos sin hablar de trabajo.
En fín, un día relajado. Mañana volvemos a la carga.
M.A. de Pablo
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