Isla Livingston, Antártida, 23 de Febrero de 2016
Hoy es el día dedicado a preparar la siguiente fase, el trabajo de 3 días en el campamento Byers. Es la parte más dura, pero también la más "divertida" de la campaña. Acampañar y "buscarse la vida" en un rincón recóndito de esta isla (aunque sólo está a 3-4 horas de navegación desde la base Juan Carlos I), tiene su encanto. Además es un lugar fantástico, lleno de vida (elefantes marinos, lobos de mar, pingüinos, petreles gigantes, skúas,...) y con unos paisajes completamente extraterrestres. Y si el cielo está despejado, se puede ver las montañas Friesland, la isla Decepción y hasta el continente antártico!
Así que hoy es el día dedicado a preparar esa fase. Lo primero de todo dejar el material listo. una vez programados anoche los sensores, era hora de hacer el macuto de trabajo, metiendo todo lo necesario para poder hacer la instalación de todos los sensores en un sólo día, y dejar otro tipo de actividades para los siguientes. Después ha tocado deshacer (por primera vez) el macuto y organizar la ropa limpia, la sucia, la que usaré en Byers, la que usaré luego en el tránsito en barco hasta Argentina, y la que usaré en el avión de vuelta a casa. Es un poco locura, pero los siguientes dos semanas serán un maratón. Así que hacer el macuto de nuevo ha sido un poco obra de ingeniería para que todo estuviera accesible por fases y teniendo que deshacer lo menos posible el macuto buscando ropa.
Y por la tarde he estado ayudando a los dos guías de montaña que nos acompañarán (aunque sólo uno se quedará allí con nosotros todos los días), a preparar algo del material para el campamento: comida, menaje, material de aseo personal,... Un poco de todo, pero muy poco, porque el campamento sólo se abrirá 3 días y no hay tiempo de abrirlo con todas sus funcionalidades, sino sólo con los básico, sin nada de lujos. Este año ni correo electrónico, ni conexión satélite, ni variedad de mermeladas para el desayuno,... será un campamento fugaz.
Por la noche, ya cansados de estas tareas y con todo listo y empaquetado me voy a dormir, sabiendo que mañana empieza el maratón final de la campaña. Por cierto, las noticias que nos han llegado es que el vuelo en el que Manuel debía salir de la Antártida ha sido suspendido hasta mañana, porque hoy había algo de viento en la isla Rey Jorge (en Livingston ha nevado parte del día). Esperemos que mañana sea el día señalado.
M.A. de Pablo
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