jueves, 19 de enero de 2017

Explorando Punta Barnard

BAE Juan Carlos I, Isla Livingston, Antártida

19 de Enero de 2017

Esta mañana se ha levantado un día espléndido de sol radiante. Seguro que con estas condiciones meteorológicas Miguel Ramos y Susana podrán volar de camino hacia Punta Arenas en su camino de salida de la Antártida. En ese mismo vuelo se incorporará nuestro colega Sebastián Sánchez, que se unirá a nosotros para la segunda parte de la campaña.

Con este buen tiempo, después de desayunar hemos partido en misión de exploración a Punta Barnard. El objetivo es localizar nuevos emplazamientos para instalar nuevas estaciones de medida del permafrost y la capa activa en futuros proyectos, cuando tengamos automatizadas nuestras estaciones.

Punta Barnard es el extremo Sur de la cota Este de Bahía Falsa, la bahía paralela a Bahía Sur, donde se encuentra la BAE Juan Carlos I. Esta punta la conocemos de lejos, ya que se ve cuando nos acercamos a trabajar al Glaciar Rocoso (como ayer), como hemos estado haciendo ayer, y hace unas semanas atrás. Situada junto al glaciar Charity, Punta Barnard es una larga zona de playa de piedras y bolos en la que se pueden encontrar diversas pingüineras. Rápidamente la pendiente se eleva y da paso a una pequeña hombrera al pie de un pico montañoso. Esta hombre, a unos 180 metros de elevación, era el objetivo de nuestra exploración. Llegamos hasta allí en zodiac, patroneada por Jede, y con el médico de la base, David, de proel. Una vez en las playas de Punta Barnard, subimos hasta la hombrera acompañados de los técnicos de montaña David y Arkaitz. Una vez en la zona descubrimos que la zona estaba repleta de bloques de todos los tamaños, alineados y formando pequeños ríos de piedras, y lóbulos de gelifluxión, dejados sin duda por la repetida congelación y descongelación de los suelos. Sin duda un lugar con mucho potencial para encontrar permafrost y estudiar sus efectos en el movimiento del terreno… todo un éxito esta exploración.

Terreno de bloques y lobulos periglaciares

Mientras regresábamos a las playas pudimos disfrutar de unas increíbles vistas de la costa, de Bahía Falsa y los glaciares que caen en ella, así como de varias pingüineras que había en la playa, y, a lo lejos, de la isla Decepción, y hasta del continente antártico!!!  Y es que el tiempo era tan soleado y despejado que la visibilidad era de cientos de kilómetros… ¡menudas vistas!

Vistas de Bahía Falsa

Embobados por estos paisajes regresamos a la base ya pasada la hora de comer, así que tomamos algo rápido y salimos a recorrer las estaciones para hacer el mantenimiento de las mismas: tensar vientos, cambiar otros, buscar desperfectos para repararlos o cambiar las cosas para asegurar que todo está en orden para otro invierno más.

Sabemos que esta mañana ha habido vuelo entre Punta Arenas y Rey Jorge en el que salían nuestros compañeros Miguel Ramos y Susana Fernández, y entraba en zona antártica Sebastián Sánchez. Y en que el tiempo soleado y despejado que hacía esta mañana era difícil que impidiera las operaciones aéreas. Así que en unos días tendremos en la base a nuestro colega.

M.A. de Pablo

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