martes, 9 de febrero de 2016

¡A trabajar!

Isla Livingston, Antártida, 9 de Febrero de 2016

Hoy comenzamos el trabajo en serio en esta isla. Lo primero de todo es, como cada vez que llegamos a un sitio nuevo, recorrer todas las estaciones para ver su estado y si hay deterioros visibles y reparaciones que hacer. Además así Manuel podrá conocer nuestras estaciones, su ubicación e instrumentos. Armados de ganas y curiosidad nos levantamos pronto y desayunamos en el turno correspondiente. Luego nos ponemos las mochilas y comenzamos, poco a poco, el ascenso al monte Reina Sofía. Allí tenemos la estación más importante, con un sondeo de 25 m de profundidad. Si recordáis los blogs de las campañas anteriores, la sonda de sensores de temperatura que está en esta perforacion estuvo unos años estropeada sin tomar datos válidos, pero por fin la arreglamos y reinstalamos el año pasado. Y este año toca comprobar que las reparaciones fueron bien y la cadena estuvo trabajando todo el año de forma correcta.

El primer ascenso siempre es duro, porque la cuesta es especialmente elevada en el primer tramo del ascenso. Así que hay que empezar con tranquilidad, que si no luego las fuerzas flojean, y tendremos que subir muchos días. Además subimos el material necersario para volver a instalar aquí la mini estación meteorológica que se comunica vía satélite con la Universidad de Vigo. La idea es repetir el experimento que hicimos hace unas semanas en Decepción en esta otra isla. Así que cargados con batería e instrumentación, vamos avanzando rápidamente. Pero, como decía, la curiosidad hace que no nos rindamos fácilmente, y rápidamente llegamos a la cima. Allí podemos comprobar que aparentemente todo está en su sitio salvo un sensor, que parece deteriorado.

Lo primero de todo es descargar datos de la estación.... y ha funcionado!! Sólo el sensor de temperatura y humedad del aire está dando datos un poco raros. Así que tendremos que reemplazarlo. Pero, por lo demás, todo ha sido un éxito y es una tremenda tranquilidad el saber que volvemos a tener esta estación a pleno rendimiento. Aprovechamos para revisar el resto de instrumentos y parecen estar bien, excepto uno de los sondeos, de hecho el más antiguo que tenemos, realizado allá por el año 2000, que tiene el tapón roto y ha entrado agua del deshielo haciendo imposible sacar los sensores. Tendremos que pedir ayuda para resolverlo, pero esperemos que en unos días esté solventado el asunto.

Manuel volcando datos de la estación en la cima del Monte Reina Sofía


Tras esta revisión, realizamos la instalación de la pequeña estación meteorológica de la Universidad de Vigo y la dejamos lista a falta de instalar la antena, algo que haremos los días siguientes. A continuación nos dirigimos a un emplazamiento situado a pocos metros de la cima del monte, donde tenemos un sondeo de 15 m de profundidad, el segundo más importante de esta región. Si recordais también nuestras aventuras de campañas anteriores, resulta que aunque hace 8 años no había nada de nieve aquí, el año pasado había 3 metros de hielo y nieve. Y la cosa no ha mejorado, porque no se ve la estaca que dejamos clavada marcando su ubicación. Menos mal que tenemos un detector de recco, que nos permite localizarlo con la máxima precisión. Y así es. En pocos minutos localizamos su señal y nos ponemos a cabar la nieve. A esto nos hecha una mano Jordi Felipe, jefe de base, pero que mañana mismo sale de la isla, y hoy ya tiene sustituto. Así que tras un rato de palear, ya empezamos a tener un buen agujero con escalones y todo de acceso. Pero la cosa pinta que va a llevar tiempo, así que Inaki, uno de los técnicos de montaña que ya nos ayudara en muchas ocasiones en campañas anteriores, nos recomienda no palear más nieve y probar a usar una motosierra para ir cortando el hielo para avanzar más rápido. Así que dejamos esta tarea.
El nivómetro de Collado Ramos se ha roto durante el invierno

Lo siguiente es recorrer el resto de estaciones, así que ya con más calma, vamos bajando el monte pasando por las distintas estaciones y comprobando su estado. Algunas están perfectas, pero otras necesitan nuevos vientos para sujetar los mástiles, ya que algunos están francamente deteriorados. El peor parado es el nivómetro de la estación que llamamos Collado Ramos. Allí el mástil está completamente partido y tirado en el suelo... 8 años en pie en este sitio con tanto viento no ha sido precisamente una vida corta. Así que apuntamos esto a la lista de tareas a realizar en estas dos semanas que estaremos en la isla.

Ya por la tarde, no nos podemos resistir a recuperar los primeros sensores, los situados en las proximidades de la base. El resto de la tarde la dedicamos a planificar las tareas de lso próximos días y preparar el material que necesitamos, como un mástil de madera que hay que pintar y dejar listo para instalarlo.

En fín, un día lleno de sorpresas y el pistoletazo de salida de una intensa semana de trabajo. Os iremos contando como avanzan los trabajos.

M.A. de Pablo

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